Esta semana fui al
cine.
Sí, estoy en la
escuela de cine, vemos películas en clases y hay otra película en la noche y
todo eso, pero no es del cine que hablo sino del cine. De ir al cine, de
asistir a una sala a ver una película.
Desde que llegué a
Cuba deseé ir al cine.
En la Habana hay
varias salas de cine, muchas de ellas antiguas, aunque las más concurridas son
Chaplin, Yara e Infanta. De esas la más moderna, según me dijeron, es Infanta.
Así que fuimos allí a ver “La cosa humana” una película cubana que está de
estreno.
La sala es modesta si
las comparamos con las nuestras actuales, pero está bonita y bien cuidada. Me
hizo recordar las salas del difunto Alhambra, que yo adoraba.
La parte más
impresionante viene ahora. ¿Cuánto se imaginan que cuesta la entrada a cine en
Cuba? Sólo 10 centavos (de los nuestros).
Para “La cosa humana”
la sala estaba llena. No es por el precio, según mi fuente los cubanos asisten
en masa a ver las películas de casa. Tenemos tanto que aprender ¿No?
Por la escuela las
cosas andan bien. El frío bajó ayer y hoy, espero que sea el inicio de un
bonito verano, aunque sigue lloviendo.
Tenemos de visita al
director de cine Abbas Kiarostami, que está dando un taller y ayer vino a dar
una charla Pepe Mujica, el expresidente de Uruguay, que con 80
años se propuso ir por allí a inspirar a los jóvenes a construir mejor su
futuro, en lugar de quedarse en casa descansando.
Mi película favorita
de la semana fue “Tras los Olivos” (Zire darakhatan zeyton), de Kiarostami (ya
que estamos en su semana).
Eso por ahora…
Saludos