Después de la expectativa que me dieron los Oscares el domingo, me dieron ganas de ver “El laberinto del Fauno”, de Guillermo del Toro. La película, según leí por allí, es parte de una trilogía que inició con “El espinazo del Diablo”.
La sala parecía una función especial para Geeks. Además pude sobrevivír al niño que lloraba intermitentemente y que estuve a punto de callar con pop-corn.
Ambas películas me gustaron, aunque no han causado en mi gran impacto. Digo, no me parece nada mejor de lo que actualmente se hace, sin embargo es una muestra clara de ya Latinoamérica/España pueden hacer producciones con efectos especiales realmente sorprendentes.
Me gustó mucho el ser abominable, que se basa en una de las pinturas de Goya (“Saturno devorando a sus hijos”), y la mandrágora, que según el Fauno era una planta que soñaba con ser humana.
No ví ninguna actuación que me sorprendiera, pero es un buen trabajo, buenos efectos, buena iluminación, buena locación y buena historia.
Le doy un 8.
Este es el cuadro de Goya Saturno devorando a sus hijos), . Abajo el persoanje del Laberinto del Fauno.