Como pasara con la Quinta Estación, que por poco no logra hacer mover al público, la Oreja de Van Gogh, que se presentó ayer en Panamá fue por el mismo camino. Aquí les dejo la crónica de mi amiga Khaty que estuvo en el concierto. Su nota fue publicada en Día a Día (
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Foto de www.dealante.com¡Lo lograron!Kathyria Caicedo DIAaDIA
A las 8:50p.m., y con un Figali Convention Center a medio llenar, se inició el concierto de la Oreja de Van Gogh. Nadie se sabía las primeras canciones con las que abrió el espectáculo, lo que dejaba entrever que son pocos los verdaderos fanáticos de este grupo español que asistieron al Figali. Mientras tanto, el público comentaba lo gordita que está Amaia.
En la segunda canción, medio que se calentaron los motores, ésta fue "Oh soledad". De allí siguió "Milagro", "Cuéntame al oído" y "Viendo llover"... y aún el público no se llenaba de emoción. ¡Increíble!
Amaia, infructuosamente, pedía que cantaran con ella, pues todos seguían en sus puestos. La verdad, no entendía por qué, pues a La Oreja le fue fácil ganarse al "Monstruo de Viña Del Mar", un público catalogado como el más difícil de todos los tiempos. Pero tengo que decirles que el grupo musical no desfalleció.
Antes de seguir contándoles, debo decirles que el sonido no los acompañaba para nada, estaba malísimo; podría asegurar que la gente del "gallinero" no entendía nada. Pero vale aclarar que ellos, los de general, eran los más emocionados.
De repente, algo sucedió. "Porque nuestra patria está donde estemos tú y yo", ese fue el tema que llevó al clímax a los asistentes. "Ahora sí", repetía Amaia emocionada, porque logró despertar al público. Por allí mismo siguieron "Dulce locura" y "París". A partir de entonces, la marea subía y bajaba, entre canciones nuevas y viejas. Tengo que reconocer que lograron dominar a un público, reticente al principio, pero eufórico después, porque el grupo dio lo mejor de sí para conquistar nuevamente a Panamá. Creo que fue duro para "La Oreja" el inicio, porque Amaia volvió a decir "cuando Panamá se prende, se prende". ¡Bien chicos