Pepsi nos hizo un desaire. A estas alturas creo que todos estamos enterados de la polémica del comercial que minimiza, ridiculiza e insulta, nuestra selección de futbol. Yo, y Panamá entero, estamos indignados por el spot publicitario que deja mucho que decir de una marca con tanto respeto en todos lados. La verdad no es que nos importe mucho, pero creo que ella nos debe más a nosotros que lo que nosotros le debemos a ella (…un momento, no le debemos nada), para estar llevando a la realidad acciones como esta.
Yo no soy amante del futbol, ni siquiera sé cómo anda la selección, pero es totalmente no profesional que en la mente de algún creativo quepa hacer promoción de una marca a través de la burla de otro (en este caso nosotros), sin embargo es más vergonzoso que los directivos de la empresa estén de acuerdo con que esa es la publicidad que mejor se ajusta a sus intereses.
Por lo pronto decidí: no tomo Pepsi (ni sus derivados) más hasta que la empresa se retracte tan públicamente como su promoción PEPSIGOL se difundió. Me uniré a todos los grupos de Facebook que desprestigien su marca y haré saber a todos los que me rodean el tan repugnante comportamiento de Pepsi.
Ellos se escudan alegando que es un hecho fortuito, pero todavía no veo la “fortuitez” en un hecho, que antes de ver la luz pasó la probación de por lo menos tres personas. Por lo pronto, ellos sabrán que en Panamá no tomar Pepsi es más fácil que Argentina le gane a Panamá con uno más. Voy por mi Coca Cola.
Yo no soy amante del futbol, ni siquiera sé cómo anda la selección, pero es totalmente no profesional que en la mente de algún creativo quepa hacer promoción de una marca a través de la burla de otro (en este caso nosotros), sin embargo es más vergonzoso que los directivos de la empresa estén de acuerdo con que esa es la publicidad que mejor se ajusta a sus intereses.
Por lo pronto decidí: no tomo Pepsi (ni sus derivados) más hasta que la empresa se retracte tan públicamente como su promoción PEPSIGOL se difundió. Me uniré a todos los grupos de Facebook que desprestigien su marca y haré saber a todos los que me rodean el tan repugnante comportamiento de Pepsi.
Ellos se escudan alegando que es un hecho fortuito, pero todavía no veo la “fortuitez” en un hecho, que antes de ver la luz pasó la probación de por lo menos tres personas. Por lo pronto, ellos sabrán que en Panamá no tomar Pepsi es más fácil que Argentina le gane a Panamá con uno más. Voy por mi Coca Cola.