martes, 29 de enero de 2008

1492/25

“Turuntutu tu…” Comienza mi día. Tengo sueños extraños todo el tiempo y hoy no ha sido la excepción. Tengo que salvar el mundo y soy una especie de Harrypotter/Jesús/Superman. Este día soy un poco más viejo. Mi sueño acaba y con él se va mi juventud. Me despierto ahora con veinticinco años y caigo en cuenta de ello. Se es viejo a los veinticinco. No viejo en el sentido de anciano, debí decir, se es adulto a los veinticinco. No sé si todos la sientan, pero a los veinticinco, como que sientes que en realidad debes serlo. Soy adulto.
Mi primer balde de agua fría me llega más tarde con un formulario. Ya no ocupo la categoría de 20-24, estoy en 25-30 ¿Eso es bueno o malo? Creo que siento un poco de miedo a la adultez ¿Por qué no hacemos un alto en el tiempo ahora? Yo puedo avisarles cuando me sienta listo para continuar.
El tiempo sigue sin impórtales mis miedos y mis pataletas, y justo en el momento que me siento menos maduro en mi vida. Que se supone que deba hacer ahora ¿Reclamar mis derechos con más ímpetu, ir a votar, dejar que me llamen “señor”? Pues no me da la gana, o tal vez si. Cuando era niño pensaba que los adultos no tenían problemas porque nada los afectaba: trabajaban, tenían dinero, eran independientes, tomabas sus decisiones...¿cómo no me di cuenta que eran problemas?Pido tregua. No hay nada escrito sobre que deba ser ya. Voy a analizarlo bien, con sus pros y sus contras. Voy a estar pendiente. Vaya creo que ya comienzo a ver todo como adulto. Buen comienzo.

Aquí estoy

Ha pasado casi más de un mes desde mi última entrada, pero aquí estoy y vengo con novedades.
En mi antiguo trabajo era padre de una columna de opinión llamada blogueando, de la cual nació el nombre este blog. Fue una columna que amé, y que veía la luz cada ocho semanas aproximadamente. Cuando salí de ese trabajo, para irme a trabajar en la revista de mis sueños, desafortunadamente abandoné esa columna. Siempre estuve tentado a retomarla. Lo pospuse una y otra vez, y hoy llegó el día en que blogueando ve nuevamente la luz. La idea es retomar el reto inicial, poder hacer llegar un mensaje en 1.492 caracteres. A veces era difícil y complicado, porque había que resumir el mensaje en esas pocas palabras, otras veces nos veíamos como llenarla, porque se volvía inmensa.
Ahora que pasé blogueando a la web, voy a seguir esa misma pauta. Voy a tener el mismo reto de escribir. Esta vez semanal. Como el blog se llama “blogueando”, no tiene caso que la columna se llame así, por lo que desde ahora queda bautizada como “1492”.