Desde hace un tiempo me propuse no creer en santos, imágenes religiosas, ni conversiones. Sin embargo no dejo de ver apariciones divinas en todos lados, nadie me cree, Dios anda por todos lados. No es mentira. La semana pasada después de una cena pagana en el renovado centro comercial el Dorado, doble en una esquina y allí apareció, nuevamente, una señal de que algo divino anda tras de mi.
Aquí la prueba.
Aquí la prueba.