martes, 17 de junio de 2008

1492/ Ropa sucia (sí, también es un cuento)

Dos palabras. Una sentencia. “No vuelvas”. Se lo susurró al oído mientras dormían y cuando se levantó, horas después que se había ido a trabajar, no estaba segura de qué tan real había sido ese sueño.
Sin importarle siguió allí. Se sirvió su habitual taza de café, y dejó el sobre de la mesa con las marcas oscuras de su trago mañanero. Más tarde tomaría otra siesta, leería una revista, se daría una ducha, comería y se acostaría dormir.
Cuando llegó la encontró nuevamente en la cama. Ella no se dio cuenta pero él le volvió a susurrar lo mismo todas las noches durante cuarenta días. No se veían, no se hablaban, prácticamente el único intercambio que hubo entre ellos eran esas dos palabras.
Un día de esos, cuando él llegó y la casa parecía la misma, sin embargo no lo era. Ella ya no estaba. Él solo supuso que se había ido, y continúo haciendo todo como en los últimos días donde el único momento en el que se daba cuenta de su existencia era por el espacio, más vale decir reducido, que ella ocupaba en la cama.Era lunes. Recogió las sabanas sin repararlas y las tiró a un canasto de plástico donde reposarían hasta el fin de semana. Encendió un cigarrillo, casi desorientado, mientras en la casa un silencio absoluto se apoderaba de todo, pero cuando miró a la ventana sintió su presencia. La buscó por todos lados, pero no tuvo éxito. Se sintió traicionado y culpó a su mente por el asunto, pero ella seguía allí, nunca se había ido, solo que el aún no había reparado en la ropa sucia.

martes, 10 de junio de 2008

1492/ De pie

Aquí me agarra la semana: enfermo. La verdad no ha sido la mejor semana de mi vida pero sigo de pie, y muy a pesar de la enfermedad y del resto, me siento bien. Todo el mundo me ha dicho que vendrán cosas mejores, y yo con todo lo incrédulo que soy, lo creo.
La vida, al margen de lo que yo haya dicho, es un proceso de ensayo y error. Nadie sabe qué nos tiene el destino preparado, por eso siempre logra sorprendernos. Ahora el momento de flaqueza se presenta como una oportunidad, que puede hacerme acelerar mis planes y que al mismo tiempo puede hacerme mucho más feliz de lo que fui. Simplemente ahora quiero ver todo como una pequeña piedra en el camino, que me ayudará a entender el porqué tomé ese camino, si frente a todo pronóstico no era el que más me favorecía.
Aquí estoy, completo y feliz. Aquí estoy. A mí alrededor todo sigue sucediendo igual y mi corazón comienza a asimilarlo. Los tropiezos nunca han sido un obstáculo para mí, y cómo antes lo dije, siempre se han convertido en oportunidades. Tengo fe (y a veces me digo ateo) de que así sucederá.
Mi garganta arde en fiebre, pero mi pensamiento se regocija con las nuevas ideas. Mi nariz congestionada apenas y me permite respirar, pero mi mente ya está maquinando nuevos planes para hacerme feliz. Mientras mi cuerpo se recupera de la gripe, mi alma cura las heridas que me dejó la tristeza hace unos días.Tengo una nueva oportunidad de comenzar, de hacer las cosas bien, aprovecharlas, y no me detendré hasta que lo logre.

martes, 3 de junio de 2008

1492/ No tomo Pepsi

Pepsi nos hizo un desaire. A estas alturas creo que todos estamos enterados de la polémica del comercial que minimiza, ridiculiza e insulta, nuestra selección de futbol. Yo, y Panamá entero, estamos indignados por el spot publicitario que deja mucho que decir de una marca con tanto respeto en todos lados. La verdad no es que nos importe mucho, pero creo que ella nos debe más a nosotros que lo que nosotros le debemos a ella (…un momento, no le debemos nada), para estar llevando a la realidad acciones como esta.
Yo no soy amante del futbol, ni siquiera sé cómo anda la selección, pero es totalmente no profesional que en la mente de algún creativo quepa hacer promoción de una marca a través de la burla de otro (en este caso nosotros), sin embargo es más vergonzoso que los directivos de la empresa estén de acuerdo con que esa es la publicidad que mejor se ajusta a sus intereses.
Por lo pronto decidí: no tomo Pepsi (ni sus derivados) más hasta que la empresa se retracte tan públicamente como su promoción PEPSIGOL se difundió. Me uniré a todos los grupos de Facebook que desprestigien su marca y haré saber a todos los que me rodean el tan repugnante comportamiento de Pepsi.
Ellos se escudan alegando que es un hecho fortuito, pero todavía no veo la “fortuitez” en un hecho, que antes de ver la luz pasó la probación de por lo menos tres personas. Por lo pronto, ellos sabrán que en Panamá no tomar Pepsi es más fácil que Argentina le gane a Panamá con uno más. Voy por mi Coca Cola.