martes, 20 de mayo de 2008

1492/ No es una queja

No quiero convertir este blog en solo protesta. La verdad, ese no es el ambiente que quiero dejar en este espacio, pero… ¿qué hace uno cuando está viendo que todas las cosas a su alrededor están cambiando (para mal) y no tienes ni siquiera una herramienta para modificarlo?
No me voy a quejar, pero es terrible ver cómo el combustible nos está empobreciendo. Los altos costos en los barriles de petróleo amenazan con traer de vuelta los medios de transporte arcaicos. Lo peor es que ahora lo del combustible tocó la energía (quiero ver qué tan lejos llegamos sin transporte ni electricidad). Estamos obligados a racionalizar, a no desperdiciar luz y a seguir pagando $128 por el barril de combustible, por pura especulación.
No me voy a quejar, pero ¿hay realmente un problema de escasez? O ¿qué es lo que está motivando este (absurdo) aumento indiscriminado, por hora, en los precios del combustible? Y si ese fuera el caso… ¿Por qué no se detiene la producción, por ejemplo, de vehículos con motor de gasolina? Si en algún momento vamos a quedarnos sin petróleo, ¿por qué seguimos programando nuestro mundo basados en su participación?
Casi todos sabemos que el problema del petróleo tiene más ribetes políticos que naturales. Este es un elemento natural, renovable, que mientras usamos está produciéndose bajo nuestros pies. Tal vez nunca se acabe, tal vez tengamos que lidiar con este problema eternamente. La pregunta es ¿si todos sabemos esto, porque ningún gobierno se levanta y lo dice?



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